27.4.08

De sillas rojas y ciudades...

En mi naríz hay una pequeña ciudad que en otoño disuelve esperanzas púrpuras.
Recuerdo cuando era más feliz y comía hormigas, o me interesaba por la caja boba y su pantalla de colores. Tenía una silla roja, que me tomaba de las manos y me llevaba muy cerca a esa caja, donde conocí amigos ficticios, a algunos realmente los admiraba, tan sólo los veía y ya no importaba nada más.
Había en un agujero de paredes rosadas, un desorden espacial, entre peluches y muñecas. Todo ese caos era mío, así no lo entendiera.
En mi naríz hay una pequeña ciudad que en otoño disuelve esperanzas púrpuras.
A veces las lágrimas quieren escapar del papel.
La ciudad en mi naríz va algo apretada, inundada.
El tren no puede parar, se desliza en agua, o come hormigas.
Qué más puede ocupar mi sueño, que cáscaras de mandarina.
Somos sorbetes esperando ser parte de las botellas.
Recuerdo cuando era más feliz, sacábamos las piezas de los rompezabezas y las mezclábamos. Una radio con un sticker de los Rolling Stones entonaba canciones de Fey. Pero ésto lo recuerdo porque una tía filmó el día que nos reunimos por mi cumpleaños. No sé si fue ese mismo día en el que me golpié (o golpeé) la cabeza saltando sobre un mueble.
La ciudad sigue inundada, y siento mis ojos como en un cubo rubics.

2 comentarios:

gatoflojo! dijo...

"Somos sorbetes esperando ser parte de las botellas."
somos un teléfono mal colgado, esperando una llamada.
somos un té muy frío
en la mesa de la cocina,
olvidado.
somos la esperanza.

somos la inconmesurable inmensidad de la nada.

=)

PD: escucha elysian fields!!!
http://ungatoestepario.blogspot.com/2008/04/elysian-fields-queen-of-meadow-2000.html

Anónimo dijo...

que no pare el tren.